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Brazos biónicos permiten recuperar las funciones y el tacto a amputados

Brazos biónicos permiten recuperar las funciones y el tacto a amputados Una de estas investigaciones ha sido un prototipo de mano biónica que permite recuperar la sensación del tacto. La investigación ha sido echa por Max Ortiz Catalan, un investigador mexicano que trabaja en el grupo de Señales y Sistemas Biomédicas de la Universidad de Tecnología Chalmers, en Gotemburgo (Suecia).

Ortiz y su equipo han logrado que Magnus, un paciente con el brazo amputado por encima del codo, pueda volver a realizar su trabajo como camionero y sus demás actividades cotidianas con esta prótesis de integración ósea, creada por Rickard Brånemark, del Hospital Universitario Sahlgrenska, y uno de los autores del estudio. Según explica a Sinc Max Ortiz Catalan, "el paciente ahora tiene rango completo de movimiento, la prótesis funciona en cualquier tipo de clima, puede hacer maniobras violentas sin que el brazo artificial se active involuntariamente y no hay ningún componente que haga presión sobre la piel. Algo que no era posible con la tecnología de prótesis convencional".

El brazo artificial está conectado directamente con el esqueleto para conseguir más estabilidad. El sistema de control biológico del ser humano, compuesto por músculos y nervios, interactúa con la máquina mediante electrodos neuromusculares. "Esto crea una íntima unión entre el cuerpo y la máquina", añade el experto.


El otro trabajo lo ha llevado a cabo un grupo de la Universidad Case Western Reserve (Ohio, EE UU) que ha conseguido la recuperación de la sensación del tacto en dos pacientes amputados mediante la implantación de prototipos de manos biónicas.

Uno de los mayores logros del desarrollo ha sido conseguir que esta sensación táctil se mantenga durante los dos años que ha durado la investigación. Esto ha sido posible gracias a unos electrodos que conectan la mano biónica con el brazo y el cerebro. La función de estos electrodos es detectar la presión que ejerce el objeto al contacto con la prótesis. Esta información es enviada al cerebro convertida en impulsos eléctricos gracias a algunos algoritmos diseñados por los investigadores y que también permiten conocer la ubicación de los objetos.

Esta tecnica fue aplicada a dos pacientes diferentes, los cuales sufrían un dolor enorme en la zona amputada desde la pérdida del miembro. Uno de ellos definía esta sensación "como un tornillo atravesando el puño cerrado". Los autores destacan que este dolor desapareció casi completamente al recuperar los pacientes la sensación de tacto.

Debido a la mejora continua de sus pacientes y la prolongación de los efectos de la prótesis en el tiempo, los investigadores tienen la esperanza de que el método pueda ser usado de por vida e implantarse a gran escala en un plazo de cinco años. "Esta tecnología también podría ser utilizada en prótesis de piernas que reconozcan distintos tipos de suelo y se adapten a superficies irregulares", indican.

http://www.elmundo.es/ciencia/2014/10/09/543680af268e3e63668b457d.html


Paula Bahamonde

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