El frío destroza definitivamente el módulo marciano 'Phoenix'
El módulo estadounidense Phoenix, que se posó en la superficie de Marte el 25 de mayo del 2008, ha muerto definitivamente debido al frío inexorable del invierno marciano. Unas imágenes tomadas esta semana por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter, muestran que el Phoenix proyecta una sombra menor a la que tenía en 2008, lo que indica que estaría muy dañado, posiblemente destrozado.
Según parece, el dióxido de carbono –helado por efecto del frío- que se fue acumulando en los paneles solares habría acabado por destrozarlos. Los paneles alimentan energéticamente el módulo.
"Las imágenes anteriores y posteriores son totalmente diferentes", ha dicho en un comunicado Michael Mellon, investigador de la Universidad de Colorado y científico de la misión. "El aterrizador Phoenix parece más pequeño y solo una parte de la diferencia puede ser explicada por la acumulación de polvo en él".
61 intentos infructuosos
La semana pasada, otro orbitador, la sonda Mars Odyssey, sobrevoló el lugar de aterrizaje de Phoenix en 61 ocasiones en un intento final de comunicarse por radio. Tras los infructuosos esfuerzos, la NASA ha certificado su defunción.
La agencia espacial ya daba por hecho que la sonda difícilmente soportaría las extremas temperaturas del invierno marciano, pero siempre guardó una pequeña esperanza de que pudiera sobrevivir cuando volviera el verano y las baterías se recargaran gracias a la mayor insolación. La última comunicación del robot llegó el 2 de noviembre del 2008.
Cerca del polo norte
La nave fue enviada justamente a las regiones septentrionales del planeta, cerca del polo, porque se consideraba que allí habría más posibilidades de encontrar agua. De hecho, entre sus grandes descubrimientos estuvo el hallazgo de agua en las capas superficiales del planeta. La NASA comenta que los inigualables análisis efectuados hace dos años aún mantienen ocupados a un buen número de científicos.
Manel Camacho
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